Y quizá no se
pueda explicar, pero hay a quienes le sale muy bien. Fuiste a buscar por los
palos y no hubo fija. Las revistas decían, pero hay quienes no las leen. Subiste
la torre de Babilonia, pero la ciudad ya había caído, y no encontraste por dónde entrar. Te pusieron
línea de tres, pero aunque te dejaban llegar no pudiste definir. Entonces la
desazón creció. Empezaste a tomar la cerveza caliente, los mates fríos, caminaste
con los tamangos rotos, manejaste sin que te dijeran a dónde. Te habías enganchado
de un cable que te habrían de cortar. Te dieron una mano, te dieron de comer, y
cuando la quisiste morder el roto de su ombligo te dio la espalda. Ahí te quisiste
colgar y la cuerda fue una bala. El ejercicio del amor hace bien, pero vos no te
sabés medir y terminaste por esguinzarte el cuore, que es siempre lo más caro.
Aún así seguiste. Te quisiste surtir
por donde siempre, pero se paró en el medio; todos se paran en el medio. Medio
así y medio asá, y, así y todo, no te dio nada. Y el árbol siguió ahí y el
bosque no se movía. Volviste a ser el Mago pero te faltaba el Hada, y no te
quedó camino de migas de pan por seguir. Fantasmas que vuelan, siempre bailes
que se bailan, pero las Famas no dan tregua, y no hay más que bailar Catala. No
hubo con qué darle y seguiste siendo ese Cronopio, siempre pintando golondrinas
en caparazones de tortugas rengas que se escapan.
Hombre Sensible, fuiste estatua de
mármol. El misterio ya no era y el cuento que vos contás no tiene sentido al final de
cuentas. Esto es así o no lo es para nada, y eso que te dice no tiene arreglo.
Gracias por todo y te espero en la lechería. Si esos sentimientos se viven así te
sale bastante bien, de algún lado lo debés haber sacado, no lo sabés. Tampoco te
importa, es casi lo único que sabés hacer además de caminar y respirar pa’ no
caer redondo. Seguirás intentando. Y que no te pongas a gritar, no sea cosa que
haya una carta, no sea cosa que ésto salpique y termine por mancharle los
vestidos. Un sentimiento es siempre otra cosa, nosotros lo sabemos. Es una
mierda, es la mejor mierda, pero todavía es nuestra.
3 comentarios:
Pintar caparazones de tortugas o no hacerlo, es siempre por uno, y si quedan ganas por ahi, por alguien mas..
A veces, hacerlo ayuda a curar un esguinze de cuore, otras, a quebrarlo.. pero quien te quita lo bailado?
Siempre seguir intentando, que al final nos damos cuenta que todo, hasta el más mínimo detalle de alegría o dolor, valió la pena.
Hacía mucho que no caminaba por el Corredor, prometo visitarlo más seguido Señor... Por favor, no nos abandonemos.
Hasta que el árbitro no pite el final, siempre queda tiempo para un centro más. Pegar ladrillitos, baldosas, lajas. Uno de cada uno, muchos de algunos y poco de otro, parejitos o no tanto, una de cal o veinte de arena. Todo suma a la hora de agrandar la Vereda, nada está de más...
Hacía mucho que no nos cruzábamos Miss. El Corredor entorna la puerta pero no la cierra. Pase cuando quiera, en algún rincón me encuentra.
Y adhiero, no nos olvidemos de nosotros, recordémonos.
Publicar un comentario