jueves, 17 de octubre de 2013

Y quizá no se pueda explicar...

   
    Y quizá no se pueda explicar, pero hay a quienes le sale muy bien. Fuiste a buscar por los palos y no hubo fija. Las revistas decían, pero hay quienes no las leen. Subiste la torre de Babilonia, pero la ciudad ya había caído, y  no encontraste por dónde entrar. Te pusieron línea de tres, pero aunque te dejaban llegar no pudiste definir. Entonces la desazón creció. Empezaste a tomar la cerveza caliente, los mates fríos, caminaste con los tamangos rotos, manejaste sin que te dijeran a dónde. Te habías enganchado de un cable que te habrían de cortar. Te dieron una mano, te dieron de comer, y cuando la quisiste morder el roto de su ombligo te dio la espalda. Ahí te quisiste colgar y la cuerda fue una bala. El ejercicio del amor hace bien, pero vos no te sabés medir y terminaste por esguinzarte el cuore, que es siempre lo más caro.
    Aún así seguiste. Te quisiste surtir por donde siempre, pero se paró en el medio; todos se paran en el medio. Medio así y medio asá, y, así y todo, no te dio nada. Y el árbol siguió ahí y el bosque no se movía. Volviste a ser el Mago pero te faltaba el Hada, y no te quedó camino de migas de pan por seguir. Fantasmas que vuelan, siempre bailes que se bailan, pero las Famas no dan tregua, y no hay más que bailar Catala. No hubo con qué darle y seguiste siendo ese Cronopio, siempre pintando golondrinas en caparazones de tortugas rengas que se escapan.
    Hombre Sensible, fuiste estatua de mármol. El misterio ya no era y el cuento que  vos contás no tiene sentido al final de cuentas. Esto es así o no lo es para nada, y eso que te dice no tiene arreglo. Gracias por todo y te espero en la lechería. Si esos sentimientos se viven así te sale bastante bien, de algún lado lo debés haber sacado, no lo sabés. Tampoco te importa, es casi lo único que sabés hacer además de caminar y respirar pa’ no caer redondo. Seguirás intentando. Y que no te pongas a gritar, no sea cosa que haya una carta, no sea cosa que ésto salpique y termine por mancharle los vestidos. Un sentimiento es siempre otra cosa, nosotros lo sabemos. Es una mierda, es la mejor mierda, pero todavía es nuestra.

3 comentarios:

dientitosalavista dijo...

Pintar caparazones de tortugas o no hacerlo, es siempre por uno, y si quedan ganas por ahi, por alguien mas..
A veces, hacerlo ayuda a curar un esguinze de cuore, otras, a quebrarlo.. pero quien te quita lo bailado?

Little Miss Psycho dijo...

Siempre seguir intentando, que al final nos damos cuenta que todo, hasta el más mínimo detalle de alegría o dolor, valió la pena.
Hacía mucho que no caminaba por el Corredor, prometo visitarlo más seguido Señor... Por favor, no nos abandonemos.

MFK dijo...

Hasta que el árbitro no pite el final, siempre queda tiempo para un centro más. Pegar ladrillitos, baldosas, lajas. Uno de cada uno, muchos de algunos y poco de otro, parejitos o no tanto, una de cal o veinte de arena. Todo suma a la hora de agrandar la Vereda, nada está de más...
Hacía mucho que no nos cruzábamos Miss. El Corredor entorna la puerta pero no la cierra. Pase cuando quiera, en algún rincón me encuentra.
Y adhiero, no nos olvidemos de nosotros, recordémonos.